martes, 27 de marzo de 2012

¿Quienes son?

LAS BACRIM


Las Bandas emergentes en Colombia o bandas criminales emergentes (BACRIM) fue el nombre dado por el gobierno del ex presidente colombiano Alvaro Uribe, al fenómeno o  restructuración del crimen organizado que se dio en Colombia tras el proceso de desmovilización de 32 mil combatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el fortalecimiento de la implementación de la Política de seguridad democrática y la influencia del narcotráfico y el trafico de armas en los actores del conflicto armado colombiano.

Integrantes de las bacrim


Las bacrim tendrían unos seis mil hombres, en seis estructuras...

Cuando nacieron las bacrim?

"BACRIM NACIERON CON URIBE"

El ex presidente Andrés Pastrana señaló que el gobierno de Uribe dejó como "herencia" a las Bandas Criminales y que estas nacieron durante su gobierno y no en el gobierno actual.
Pastrana señaló de nuevo a Álvaro Uribe como responsable en el surgimiento de estos grupos. "La gran herencia que nos deja el presidente Uribe son las Bandas Criminales", afirmó, un dí­a después de enviar una carta al presidente del partido Conservador, José Darí­o Salazar, quien le pidió al presidente Juan Manuel Santos estar al mando de la seguridad.
Según Pastrana, su partido (el Conservador) podrí­a alejarse de la Unidad Nacional si considera que la gestión del presidente Santos no es buena. "El partido conservador deberí­a retirarse de la Unidad Nacional si cree que el gobierno Santos no está haciendo bien su gestión, decisión con la que yo no estarí­a de acuerdo, pero que el partido puede hacerlo", afirmó Pastrana.
"Yo coincido con que hay un deterioro (...) Pero eso no se debe al presidente Santos", dijo Pastrana, quien le criticó al presidente del conservatismo que haya dicho que el presidente Santos no esté al mando. "Claro que Santos está al mando. Se han dado golpes importantes. Pero eso no es una responsabilidad del presidente Santos, sino que es una herencia del ex presidente Uribe."
"Uribe negoció con los paras y el narcotráfico en Ralito, y hoy estamos viendo el resurgimiento de esos grupos paramilitares en lo que se denominan las Bacrim", agregó.
Durante toda esta semana este tema ha generado fuertes comentarios del ex presidente Álvaro Uribe y sus contendores. Lo importante y lo que de verdad debe importar al gobierno Santos es como se continuará trabajando para contrarrestar y en la medida de lo posible eliminar a las Bacrim y tener el control de las zonas donde estas operan.

Debate de las bacrim


INTERVENCIÓN

En la intervención del Ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, el pasado 23 de marzo en la plenaria de la Cámara de Representantes, quedaron pendientes temas importantes sobre la realidad de los grupos narcoparamilitares, llamados BACRIM (Bandas Criminales) por el gobierno.  ¿Son simples narcotraficantes? ¿Están disminuyendo? ¿No forman parte del conflicto interno armado y no se aplica con ellas el DIH? ¿Qué significa esa jeringonza de que a las BACRIM les aplican un enfoque de derechos humanos con las garantías del caso, pero a las FARC el DIH?  ¿ Sus  víctimas no entran en la ley de reparación y restitución? ¿Los desplazados por BACRIM no son desplazados y por ello no los registran?
El Representante Iván Cepeda abordó algunos de estos puntos y varios parlamentarios dieron argumentos que controvierten las tesis del Ministro.  En primer lugar advirtieron que la calificación de estos grupos no es un asunto semántico pues de ella se desprenden las políticas. Y efectivamente en esto de las BACRIM han abundado las definiciones: en los primeros informes del centro encargado del asunto en la Policía Nacional se indicaron 7 características y una de ellas era NO SER NARCOTRAFICANTE y ahora se dice que son NARCOTRAFICANTES PUROS, viles negociantes. Así contaron 33 grupos en 2007 y luego, con el otro nombre contaron 6 BACRIM.  Es probable que el Ministro no tenga a mano los documentos que muestran que una vez contaron grupos herederos de los desmovilizados y después pasaron a otra tipología más acorde con la idea de que las estructuras desmovilizadas de las AUC y BCB son cosa del pasado, esas si narcoparamilitares o incluso paramilitares puros.
Lo que ha quedado claro, con el debate y con decenas de testimonios, es que los herederos de las viejas estructuras, se sumaron a los no desmovilizados y aglutinaron a otros grupos funcionales a sus negocios y control de poderes políticos e institucionales. Como han repetido observadores internacionales, han continuado con el mismo patrón de comportamiento violento, en zonas similares, produciendo desplazamiento forzado y asesinatos selectivos; ademas  apropian violentamente  tierras y bienes, amenazan  a comunidades y lideres sociales; y como siempre siguen en el  tráfico de cocaína y armas, apropiación ilegal y legal de recursos mineros. Para sus fines siguen con la fórmula aprendida de buscar alianzas con agentes del Estado, autoridades civiles y militares,  ofreciendo sus servicios de seguridad y contrainsurgencia.  Esta mezcla de atributos es lo que los caracteriza como narcoparamilitares.  Varios parlamentarios prefirieron hablar de paramilitares para subrayar que se mantienen en la medida en que desde el Estado hay complicidad, tolerancia o connivencia que facilita su existencia.  Con esa caracterización  algunos destacaron que, como en el Meta, han contado con apoyos desde el gobierno y líneas de colaboración con unidades de las fueras armadas. 

Violencia mas alta en Colombia

Las bacrim ponen la cuota mas alta de violencia en Colombia


De todas las organizaciones ilegales, las bandas criminales son las responsables de generar los mayores niveles de violencia en el país en los últimos años. Su influencia se ha extendido a más de la mitad de los departamentos del país, según un análisis hecho por autoridades y expertos.
Los informes señalan que la violencia, causada también por la guerrilla y la delincuencia común, ha migrado más a las ciudades y esto se ha reflejado en el incremento de homicidios en las grandes capitales como Cali : donde se cometieron 1.870 asesinatos durante el 2011, 45 más que en el 2010.
Según el alto consejero para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Francisco José Lloreda, “la criminalidad reportada está altamente concentrada en regiones del país. Por eso, de los 1.022 municipios, hemos priorizado 20. El país ha avanzado en la reducción de algunos delitos y amenazas, pero aún existe un desafío muy grande”.
Las autoridades han diseñado planes conjuntos para disminuir el accionar de las bandas criminales en regiones específicas. En Córdoba, Sucre y parte del departamento de Antioquia, 6.000 policías y miembros del Ejército, Fuerza Aérea, la Armada y el DAS realizan operaciones especiales y de inteligencia.
El Gobierno Nacional anunció que en el 2012 se realizará una encuesta nacional de victimización para identificar la cifra oculta de la criminalidad. La última encuesta de victimización del año 2003 reveló que existía un 70% de delitos cometidos que no fueron denunciados.

Acción contra las bacrim




DOBLE MORAL FRENTE A LA ACCIÓN CONTRA LAS BACRIM


Gustavo Gallón, Director de la Comisión Colombiana de Juristas, una de las tantas ONG especializadas en demandar al Estado colombiano y fundamentalmente a las FF.MM., hace gala de esa doble moral característica de la izquierda criolla que critica cuanto hace el gobierno y cuanto deja de hacer.
Ahora la emprende contra una supuesta inactividad militar contra las bacrim, señalando que se ha dejado todo el peso de la persecución a la Policía y a la Fiscalía, para terminar señalando que no hay voluntad del Estado para combatir las bandas narcotraficantes o bacrim.
A estas ONG les conviene mantener vigente el cuento de la existencia del para militarismo como presunto desarrollador de la ‘guerra sucia’ contra las narcoguerrillas y la izquierda, en alianza con lasFF.MM. y demás organismos de seguridad del Estado, es así como pueden sustentar las acciones legales contra Colombia en organismos internacionales como la CIDH, para obtener ingentes ganancias económicas.
Como bien señala Saúl Hernández Bolívar, los paramilitares eran, en sus inicios, grupos privados contra insurgentes, pero ahora nos quieren meter el cuento de que no, de que eran meros narcotraficantes que se hicieron pasar por delincuentes políticos, como si la guerrilla no conociera un porro. Y se desmovilizaron, pero ahora nos quieren meter el cuento de que no, de que las llamadas bacrim son los mismos ‘paras’ con chapa nueva. Tal aseveración entraña el ocultamiento de que tras todo conflicto irregular sobrevienen violentas transiciones que pueden llegar a ser peores que la disputa de origen. Eso es parte del ‘postconflicto’, y en ese contexto se originan las bacrim. Las desmovilizaciones dejan cientos de asesinos entrenados que no sirven para nada más, y armas por montones que no suelen entregarse para mantener una garantía frente al Estado. Venir a desconocer eso es una temeridad.
Y son precisamente las ONG de izquierda quienes han impuesto la absurda creencia de que los DD.HH y el D.I.H., impide hacer uso de la fuerza militar contra las bacrim. Según estas ONG, dizque el DIH prohíbe el uso desmedido de la fuerza en contra de delincuentes ‘comunes’ y que estos sean combatidos por el Ejército y no por la Policía, que es la encargada del orden interno. Tampoco se les puede bombardear en sus campamentos, ni atacar por sorpresa; pero ahora reclaman que no se haga así para aducir complicidad del Estado con las bacrim...

Desolación en Apartadó


Triste imagen por paro de bacrim en apartadó